Así deberían amarse el cristiano y el musulmán,
el hinduista y el budista,
el judío y el pagano.
Así deberían fundirse el de derechas y el de izquierdas
hasta caminar juntos por la vía de enmedio.
Así como la luna ama al sol hasta reflejarlo,
y despiertan los océanos ante tanta ternura,
Así el viento ama el roce con la duna,
y de tanto amor se lleva en volandas
su terrena mas divina primura.
Queramos ser lo mismo aunque difiramos
en patas o antenas, alas o manos, oído o intuición;
mas en latir latimos todos con el mismo ritmo
fulguroso, tam tam de nuestro Padre: Verbo y Sol.
I A*